Fertilización del césped en otoño: claves para retener el color

El pasto Bermuda es duro, resistente y puede ser usado como heno, o más comúnmente como césped. Tiene la ventaja de que se adapta a muchas situaciones y puede crecer simplemente esparciendo las semillas sobre un espacio de tierra. Para estimular su crecimiento rápido y fuerte, se recomienda preparar el suelo con anterioridad, quizás algunas semanas o incluso un año antes, dependiendo del tamaño del césped, la cantidad de malezas y el crecimiento natural de las semillas.

Además de ser una especia común y muy generosa, el pasto Bermuda es ampliamente conocido por su excelente respuesta a las aplicaciones de nitrógeno, dando lugar a un crecimiento rápido y un excepcional color verde oscuro. En una reciente investigación llevada a cabo por la Universidad de Riverside, California, se encontró que la aplicación de 1 lb /1,000 m² de nitrógeno cada mes durante el verano, en otoño y a principios del invierno promueve una buena retención del color. Por otro lado, el estudio determinó que a finales del otoño y principios del invierno aplicaciones de más de 1 lb/1,000 m² de Nitrógeno podrían ocasionar más daños que beneficios. Al desarrollarse muy rápido, aumenta la frecuencia de corte y la producción de paja o pasto seco.

En consecuencia, es muy importante cuidar las fuentes de Nitrógeno que se vayan a utilizar en el otoño y en el invierno porque las bajas temperaturas afectan el proceso de nitrificación, y esto afecta la disponibilidad para las plantas. La Universidad de Riverside también evaluó las costumbres o prácticas habituales de los jardineros como la altura de corte del césped, la rapada o trasquilada y el corte vertical.

Al finalizar el estudio, llegaron a la conclusión de que estas prácticas pueden influir positivamente sobre la retención del color, pero que la combinación de ellas produce diferentes resultados. Al cortar o rapar y verticortar se reduce la cantidad de paja, lo que permite una mejor penetración de la luz, aumentando la temperatura de la superficie del suelo, promoviendo el crecimiento de nuevos brotes de las coranas de los estolones y rizomas de las plantas provocando una buena retención de color.

Asimismo, los factores climáticos y la ubicación tienen una gran influencia en la retención o en la pérdida del color del Bermuda. En la mayoría de los lugares la buena selección de la variedad y las prácticas de manejo pueden incrementar o prolongar el periodo de retención del color a un nivel aceptable de 2 a 6 semanas, dependiendo de las condiciones climáticas. En los lugares donde la temperatura del suelo no desciende por debajo de los 55 ° F (12.8 ° C) es posible conservar el color verde todo el año.